martes, 18 de septiembre de 2012

"Los señores de la vida y de la muerte eran 50 tipos"

NEUQUÉN (AN).- "No detuve ni torturé a una persona y tampoco hubiera permitido que torturan", dijo ayer el oficial retirado Gustavo Vitón, quien estuvo a cargo del comando del Ejército que intervino la comisaría de Cipolletti el 24 de marzo del 76.

Cargó contra el juez Guillermo Labate, al cuestionar que no haya dirigido la investigación como a su parecer correspondía, ordenando allanamientos en dependencias militares para recuperar documentación.

Apuntó a desincriminarse de una de las acusaciones por la que llegó al juicio, que es la de integrar una asociación ilícita. En ese sentido dijo que los que realmente comandaron el proceso fue un reducido grupo de militares, de mucho más jerarquía.

"Los señores de la vida y de la muerte eran 50 tipos", remarcó para delimitar responsabilidades.

Agregó: "nosotros tuvimos dos de esos en Río Negro. Uno era (Acdel) Vilas (por ese entonces comandante del Quinto Cuerpo del Ejército) y otro (Néstor Rubén) Castelli", interventor militar en la provincia.

En la misma línea señaló que "los ideólogos de esa asociación ilícita y el golpe fueron -entre otros- los generales Osiris Villegas, (Benjamín) Rattembach. Rattembach fue el que tras el derrocamiento de Perón prohibió que se publicara el nombre de Perón y que en su lugar se usara 'el tirano'".

Vitón reivindicó su pertenencia al grupo de los "33 Orientales", el grupo de militares que se opuso al golpe del 76. "Oponerse al golpe era jugarse la vida", dijo.

En cuanto a quienes lo acusan dijo que no los reconocía y aún cuando de algunos no cuestionaba que lo que dijeron fuera verdad, señaló. "Niego haber tenido alguna participación (en detenciones y torturas) en la comisaría de Cipolletti".

"Me dijo que conocía 'La Escuelita'"

NEUQUÉN (AN).- La dirigente de la APDH neuquina, Noemí Labrune sostuvo que Vitón "a mí, me dijo que él conocía la existencia de La Escuelita", pero que luego se desdijo cuando debió declarar en 1987 cuando se iniciaba la causa conocida como los Juicios por la Verdad, en la Cámara Federal de Bahía Blanca.

Replicó que "si quería colaborar con la verdad, hizo todo lo contrario" antes de estar imputado.

Explicó que cuando no estaba acusado por los delitos que se investigaban en esta causa, el militar dado de baja en 1980 se ofreció ante la APDH para testimoniar, pero cuando lo hizo, "se sentó con otros militares ese día, y había una especie de director de orquesta, que era un auditor militar que estaba de civil y todos dijeron lo mismo".

Añadió que "las declaraciones están en la causa y es como si hubiesen conocido de memoria el libreto: nadie conocía ese lugar en el fondo del batallón, que estaba deshabitado".

Labrune sostuvo que en esa ocasión Vitón "hizo un falso testimonio", porque juró decir la verdad ante los jueces bahienses.

"No soy el personaje que construyó Labate"

NEUQUÉN (AN).- El comisario rionegrino retirado Oscar Del Magro volvió a responsabilizar de su situación procesal al juez de instrucción Guillermo Labate y negó los secuestros ilegales y torturas de los que está acusado. Planteó que "no fui un represor ni un genocida".

Debido a que la víctima Raúl Sotto lo involucró en los hechos que se le imputan replicó gran parte de su testimonio y sostuvo que cuando le endilga "perseguir a los compañeros" en 1973, él estaba en la escuela de cadetes. Dijo que no estuvo uniformado porque desde octubre del 75 a octubre del 76 pertenecía a la brigada de investigaciones para dedicarse a "hechos contra la propiedad". Insistió en que "niego la detención ilegal, no podía detener sin orden oficial.

Del Magro, que fue candidato a intendente en Valle Medio por el PJ, dijo que Sotto no tenía militancia política en la época del golpe y que conocía el interior de la comisaría de Cipolletti porque había sido detenido en 1974 por robo.

Para respaldar sus dichos ejemplificó que en los tiempos en los que se perseguía a la ciudadanía por lo que pensaban, "ayudé a quemar libros" al hermano del abogado Segovia, de los derechos humanos. "Suponiendo que quería un ascenso, hubiera denunciado la tenencia de esa bibliografía", dijo. "Qué relación pude tener con los militares", se quejó. Sostuvo que sufrió represalias al negarse a participar con el Ejército y la gendarmería en los operativos en los que se perseguía a indocumentados chilenos en la zona.

"A Joubert lo denunció su concubina"

NEUQUÉN (AN).- El gendarme Emilio Sacchitella utilizó la mayor parte de los veinticinco minutos de su declaración que realizó a desacreditar las imputaciones que le hizo Ernesto Joubert, caso por el cual está acusado. En particular que todo su accionar en la detención del citado se rigió con el más estricto respeto por la ley.

"Joubert fue detenido porque lo denunció su concubina y así se hizo porque era lo que correspondía, no hacerlo hubiera significado incumplimiento de funcionario público", dijo en el inicio de su declaración, que leyó en su totalidad. Previamente informó que no respondería preguntas.

"No fue detenido frente a la escuela -como dijo en alguna declaración la víctima-, sino en su casa, porque lo denunció su concubina Olga Bustos, y él mismo lo reconoce", sostuvo el imputado para marcar una de las que a su juicios son contrariedades de Joubert.

También señaló como falaz la declaración del denunciante respecto de las armas que portaban los gendarmes.

"Dijo que Sacchitella lo trataba como un prisionero. Eso no es veraz. Se lo interrogó por escrito y declaró que pidió leer su declaración y no lo dejaron. En las normativas de Gendarmería se le pregunta si la quiere leer y si dice que no se le lee en voz alta ", remarcó.

En rechazo de las acusaciones indicó que lejos de violentar las normativas la cumplió a rajatabla y en cuanto a manejarse en la ilegalidad también replicó con firmeza. "El mismo dijo que lo llevaron al hospital, pero que no estaba enfermo", comentó Sacchitella en un intento por desvirtuar la denuncia de Joubert.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Causa "Escuelita II" : durante el juicio surgieron nuevas denuncias

Las hicieron víctimas de tormentos en el período de facto

NEUQUÉN (AN).- Desde que comenzó el segundo juicio por delitos cometidos durante la dictadura se recibió casi una denuncia por mes en la fiscalía federal y el juzgado de instrucción por parte de personas que sufrieron tormentos durante el período de facto.

Según datos de la fiscalía, se radicó una denuncia en marzo, otra en abril, en mayo recibieron el testimonio de una víctima (que ya integraba la causa) que dio a conocer el nombre de otra persona con la que padeció el cautiverio y que no figuraba en la investigación, una nueva denuncia se recepcionó en junio y dos más en agosto de 2012. En el juzgado también atendieron el mes pasado a una víctima que fue a pedir que se instruyera su caso.

La fiscal Cristina Beute se reservó los nombres de las víctimas que denunciaron los hechos, aunque aclaró que fueron detenciones ilegales producidas durante a fines de 1976 y desde 1977 en adelante, tanto en la región como en la zona andina inclusive hasta fines de 1977, dijo.

A diferencia de los tramos que se ventilaron hasta ahora en los juicios en los cuales se abundó sobre las torturas padecidas en "La Escuelita", en la sede de la federal y comisarías de Neuquén y Río Negro a partir del golpe militar del 24 de marzo de 1976; estos casos "fueron detenciones que no se produjeron por grupos de tarea, sino uniformados en vehículos oficiales que detenían a las víctimas en la calle o en lugares de trabajo y los interrogaban con aplicación de tormentos en las mismas dependencias a las que eran llevados", dijo Beute.

Los interrogatorios "tenían que ver con la persecución ideológica", en tanto destacó que se observó la intervención de profesionales que presenciaban los interrogatorios bajo tormentos o que los encubrían, indicó.

Ejemplificó con el caso de un médico que ante la presencia de una víctima "severamente torturada, con dedos rotos inclusive", extendía un certificado de la inexistencia de lesiones.

"No sé si es por el juicio, pero coincide en el tiempo. Se trata de personas –que no tienen relación entre sí– que vinieron espontáneamente a la fiscalía o al juzgado, son de Roca, de Neuquén, también recibimos de la zona de Junín de los Andes e inclusive la presentación de una familia que hizo sobre lo ocurrido con su familiar durante la dictadura a pesar de que ya falleció", dijo.

La fiscal Beute precisó que en todos las presentaciones, a partir de la denuncia, se inició el trabajo fiscal de la recolección de pruebas, por lo que aún no hay imputación de responsables por estas denuncias.

Explicó que se realizó una primera evaluación para conocer si los hechos denunciados se encuadraban dentro de la causa por delitos de lesa humanidad y cuando correspondió, se dio intervención al centro de atención a la víctima en el caso de aquellos denunciantes en los que se observó alguna fragilidad de ánimo antes de iniciar el relato pormenorizado de los hechos por los cuales se presentaba como denunciante.

Beute detalló que "fueron denuncias larguísimas porque había mucho detalle para preguntar, muchas cosas que a las víctimas no les parecía importante y sí, lo eran, por lo que pedíamos un esfuerzo en el relato y aprovechamos el momento para agotar todo la prueba que se pudiera recabar en una sola sesión para no volverlos a citar.

A partir de allí comenzaron las medidas de investigación", dijo Beute.

martes, 11 de septiembre de 2012

Concluye ronda de testigos en el juicio "La Escuelita" II

Los testimonios de la última jornada apuntaron a destacar y defender la trayectoria militar del imputado Gustavo Vitón, a quien se lo acusa de delitos de lesa humanidad cometidos en la comisaría de Cipolletti.

Aníbal Vitón declaró ante el Tribunal Oral Federal (foto Leo Petricio). 

Concluye hoy la ronda de testigos en el juicio a 23 personas acusadas de violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura en la región.

Los testimonios de la última jornada apuntaron a destacar y defender la trayectoria militar del imputado Gustavo Vitón, a quien se lo acusa de delitos de lesa humanidad cometidos en la comisaría de Cipolletti (Río Negro) cuando fue designado a cargo de esa unidad policial en marzo de 1976.

Aníbal Vitón, hermano del acusado destacó que "era bueno, saludable, la realización de este juicio donde se respeta el debido proceso".

Confió en que el Tribunal "castigará a quien tenga que castigar y absolverá a quien tenga que absolver".

El testigo fue militante de la Juventud Peronista y perteneció a "La Tendencia" en la década del `70 y fue detenido en septiembre de 1975 hasta diciembre de 1980.

Explicó las coincidencias que mantenía con su hermano militar quien adhería al denominado grupo de los "33 Orientales" enfrentados a la conducción del Ejército que encabezaba el gobierno de facto de entonces.

En el mismo sentido se expresaron al declarar por videoconferencia los militares retirados José Luis Fernández Valoni y Guillermo Cogorno.

Ambos reivindicaron su pertenencia al peronismo y a la corriente de pensamiento militar que planteaba un "Ejército nacional, popular", que también integraba el imputado Vitón, en oposición al "tradicional Ejército liberal, burgués".

En tanto, el Tribunal Oral Federal 1 de Neuquén fijó el calendario de audiencias en la etapa final del juicio: el lunes y martes próximos serán para ampliación de declaración indagatoria de los acusados; del 1 al 4 de octubre los alegatos de las acusaciones; del 22 al 26 de ese mes alegatos de las defensas y del 29 al 31 de octubre, réplicas, dúplicas y palabras finales de los imputados.