jueves, 26 de abril de 2012

"La Escuelita II": reclaman que se rompan el silencio del terrorismo de Estado

Lo pidió el ex diputado Eduardo Buamscha, en otra audiencia del juicio en el que está acusado por violaciones a los DDHH el ex Director de Control Urbano platense, el ex militar Gustavo Vitón.

El ex diputado justicialista Eduardo Buamscha reclamó a los imputados en el juicio "La Escuelita II" de Neuquén que "digan la verdad" sobre los desaparecidos y los bebés apropiados durante la dictadura, ahora que el ex dictador Jorge Rafael Videla "rompió el pacto de silencio". Fue en el marco de otra audiencia en el juicio en el que están acusados el ex Director de Control Urbano platense, Gustavo Vitón, junto a 24 militares, policías y gendarmes de Neuquén y el Alto Valle del Río Negro por delitos cometidos contra 39 personas, 6 de los cuales permanecen desaparecidos.

Vitón, quien desde el inicio del juicio toma nota de todo lo que ocurre en un cuaderno, es un militar retirado de 64 años que en 1998 fue designado al frente de la oficina de transito de la Municipalidad de La Plata por el entonces intendente Julio Alak.
Esa fue su última excursión en la función pública y fue separado del cargo luego de que ese mismo año la agrupación HIJOS La Plata realizara un escrache en su casa de avenida 60 y 23. Antes, durante el gobierno de Eduardo Duhalde, en 1996 y 1997 se había desempeñado como gerente de operaciones de la Zona Franca de La Plata. Por esa época, según denunció en el diario Página/12 el periodista Horacio Vervitzki, forjó sus negocios en el área de la seguridad privada.
 
En la reanudación del juicio, Eduardo Buamscha afirmó que "ahora que Videla reconoce todas estas barbaridades que ellos están negando es bueno que digan qué hicieron, dónde están los bebés, dónde están los cuerpos de los desaparecidos, porque ni ellos van a morir tranquilos, ni nosotros vamos a estar tranquilos hasta que no termine esto definitivamente con la verdad".
Buamscha personalizó su reclamo en los militares retirados Oscar Lorenzo Reinhlod y Luis Alberto Farías Barrera (ambos imputados), porque "son los que representaban al Ejército con los familiares, eran las personas que seguramente no torturaron pero eran responsables de todo esto".

"Creo que en algún momento pueden decir la verdad. No es tan difícil, ellos saben donde están los cuerpos, los bebés y me parece que ellos mismos se perjudican no diciendo la verdad", agregó.
Dijo que "Videla rompió el pacto de silencio, que fue el jefe máximo de toda la época de la tortura y creo que eso puede dar pie a que otros digan `bueno, terminemos con esto, saquémonos este peso de encima` y a lo mejor todos vamos a estar mucho más en paz".
Expresó que "mientras existan desaparecidos y bebés con padres que no son los de ellos nunca va a haber la posibilidad de que nadie muera tranquilo".
El ex legislador justicialista dio testimonio acerca de Carlos Kristensen, una de las víctimas de este juicio- fallecido en 1995. Ambos compartieron lugares de detención en Neuquén y en Rawson hasta que en 1979, Kristensen tuvo la opción de salir del país.

Un secuestro que nunca tuvo explicación
A los Kristensen nunca les dijeron por qué habían secuestrado a Carlos Kristensen, el primer día del golpe militar del 76, de su departamento en Cipolletti. Ayer su hermana Elsa, su hermano Edgardo y la esposa de éste, Isabel Álvarez, hicieron emotivos relatos de los crueles tormentos a que fue sometido, el quebrantamiento físico y psíquico que le provocaron y la actitud de los jefes militares cuando los recibían en el Comando, respondiéndole con ironías y mentiras sobre el paradero de la víctima.
"Farías Barrera me dijo que me quedara tranquila, que estaba bien", dijo Elsa de lo que recordó de sus encuentros con el jefe de personal de Comando en 1976, Farías Barrera y con el jefe de Inteligencia del Comando, Oscar Reinhold. Añadió que "siempre fueron los mismos divagues, que mi hermano estaba bien, que me quedara tranquila".
Agregó que cuando pudo visitar a Carlos en la U9, éste le comentó que había sido duramente torturado. "Debió haber sido salvaje, porque él era una persona fuerte". Edgardo precisó que durante una sesión "sufrió un paro cardíaco y lo reanimaron con golpes de electricidad".
Describieron que cuando su hermano logró exiliarse en Dinamarca -sus padres eran de ese país-, en una revisión médica que le hicieron al recibirlo como refugiado político "le dijeron que tenía serios problemas en la columna, que con el tiempo se podía quedar paralítico o se le podía cortar la médula; él no podía levantar la cabeza y ese fue un castigo que se llevó de por vida; porque (antes de ser detenido) él nunca tuvo eso".
Elsa dijo que en búsqueda de Carlos la atendió Reinhold quien le dijo que su hermano "estaba muy bien atendido".

2 comentarios:

ASOC.FAMILIARES.C-CO.PH dijo...

Mi solidaridad con el reclamo de Eduardo Buamscha, quien a pesar de los tormentos recibidos, la carcel y el exilio tuvo el valor de declarar, acusar y pedir humanamente a los genocidas que revelen sus culpas....!!! Un inutil llamado a la sucia conciencia genocida............?????????????!!!!!!!!!!

marta dijo...

a este tipo Viton yo lo conozco desde hace mas de 30 años, no tuvo nada que ver con la guerra sucia (como lo afirmó alguna vez la Sra. Labrune) por eso lo rajaron los propios milicos. Pero parece conveniente pegarle y perjudicarlo gratuitamente y sin pruebas