viernes, 29 de junio de 2012

Adolfo Albanesi relató encuentro con ex general, y testimonio de Jorge Bernstein

Adolfo Albanesi relató su encuentro con Sexton.
Los militares querían "facilitar el entierro"

NEUQUÉN (AN).- Los hijos de José Luis Albanesi, Adolfo Luis y Leonor María, relataron ayer detalles de la detención de su padre en la comisaría de Cipolletti el sábado 23 de abril de 1977 y particularmente las circunstancias en que los jefes militares les informaron sobre su muerte y entregaron su cadáver, ocho días después.

Luego de intentar sin éxito conocer dónde estaba su padre, de quien después supieron que a cuatro días de su detención había sido llevado a Neuquén, en la madrugada Adolfo fue citado al Comando donde los jefes de la Sexta Brigada, generales José Luis Sexton y Eduardo Contrera Santillán, le dijeron: "Tenemos la desgraciada noticia que su padre ha fallecido ayer a las 10 de la noche".

"Me ofrecieron whisky, que por supuesto no acepté. Mi mujer que me acompañaba rompió en llanto y además tenía a mis espaldas los guardias con ametralladoras en la mano", añadió.

Le dijeron que había muerto de un síncope cardíaco durante un careo con De Filippis, a quien como él acusaban de un incendio y varios otros intentos de quemar los galpones de la cooperativa "La Colmena", de la que la víctima era uno de sus fundadores y directivos.

"Sexton me ofreció algo irrisorio pero que es patético: un piquete de honor para el velatorio de mi padre, con seis soldados. Me negué y me preguntaron qué podían hacer para facilitar el entierro", comentó para resaltar su repudio a la actitud de los jefes militares.

Ante la pregunta Adolfo dijo que Sexton le dijo que "no conocían a mi padre", y lo interpretó como una disculpa, que de haberlo conocido no le hubieran hecho lo que le hicieron.

Respecto de los motivos por los que lo habían detenido dijo que nunca se los dieron y que su padre no tenía actividad política, sí compromisos sociales, dado que "era un cooperativista de alma".

Burda simulación Jorge Bernstein permaneció desaparecido diez días en 1977 cuando visitaba a una compañera de trabajo, Clorinda Barreto, en Roca.

Ayer declaró desde Buenos Aires por videoteleconferencia y explicó que en esos días permaneció de pie, atado y engrillado a la pared, con esposas y capucha por un grupo de militares que "se hacían teatro, como que eran miembros de una organización terrorista y nos buscaban porque los habíamos traicionado".

Bernstein aseguró que era burda la "simulación", al tiempo que describió que en los interrogatorios "descabellados", le propinaron golpes y simulacros de fusilamiento. Dijo que luego supo que Clorinda Barreto, a quien acompañaba en su casa el día del secuestro, figuraba en la agenda de María Angélica Ferrari -desaparecida en Ingeniero White-, porque era sobrina del jefe de personal de la planta en la que ambos trabajaban.

Bernstein fue liberado a los 10 días en la ruta, a la altura de Allen, y se fue a Roca, donde vivía en un hotel. "Había estado un mes en el hotel, y cuando volví no me reconocieron", dijo.

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